jueves, 17 de marzo de 2011

representante del empirismo


origen del conocimiento

racionalismo:


Renato Descartes (1596-1650) nació en La Haye en Touraine y recibió las primeras enseñanzas en el colegio de los jesuitas de La Flèche; también estudió la filosofía escolástica. Se alistó en varios ejércitos al comienzo de la guerra de los Treinta Años, viajando por toda Europa, y dedicando los últimos veinte años de su vida a la elaboración de su obra filosófica, falleciendo en Estocolmo por una pulmonía.
Descartes es considerado por franceses y afrancesados como el iniciador de la filosofía moderna, por haber introducido el cogito como fundamento de todo conocimiento frente a la duda escéptica inicial (duda metódica), incluyendo también el de la ciencia, pero casi todas sus especulaciones filosóficas son reelaboración de doctrinas anteriores: el propio cogito es formulación previa del español Gómez Pereira («Juzgar es sentir»), quien a su vez toma la referencia de San Agustín. La concepción del mundo como compuesto de dos sustancias incomunicables, res cogitans y res extensa, proviene de la escolástica de Francisco Suárez. La prueba de la existencia de Dios es readaptada de la de San Anselmo. En general, puede decirse que Descartes ha sido más influyente en la filosofía moderna por la reivindicación y cita de coetáneos y sucesores suyos (Nicolás Malebranche, Godofredo Guillermo Leibniz, Pedro Gassendi), pero no por la superioridad de sus doctrinas. Sus obras más importantes son: Discurso del método (1637), Meditaciones metafísicas (1641) y Principios de la filosofía (1644).


OBRAS:
Aunque se conservan algunos apuntes de su juventud, su primera obra fue Reglas para la dirección del espíritu creada en 1628 y publicada en 1701.(póstuma). Luego escribió La luz o Tratado del mundo y El hombre, que retiró de la imprenta al enterarse de la condena de la Inquisición a Galileo en 1633, y que más tarde se publicaron a instancias de Gottfried Leibniz. En 1637 publicó el Discurso del método para dirigir bien la razón y hallar la verdad en las ciencias, seguido de tres ensayos científicos: Dióptrica, La Geometría y Los meteoros. Con estas obras, escritas en francés, Descartes acaba por presentarse ante el mundo erudito, aunque inicialmente intentó conservar el anonimato.
En 1641 publicó las Meditaciones metafísicas, acompañadas de un conjunto de Objeciones y respuestas que amplió y volvió a publicar en 1642. Hacia 1642 puede fecharse también un diálogo, La búsqueda de la verdad mediante la razón natural (póstumo).
En 1644 aparecen los Principios de filosofía, que Descartes idealmente habría destinado a la enseñanza. En 1648 Descartes le concede una entrevista a Frans Burman, un joven estudiante de teología, quien le hace interesantes preguntas sobre sus textos filosóficos. Burman registra detalladamente las respuestas de Descartes, y éstas usualmente se consideran genuinas. En 1649 publica un último tratado, Las pasiones del alma, sin embargo aún pudo diseñar para Cristina de Suecia el reglamento de una sociedad científica, cuyo único artículo es que el turno de la palabra corresponda rotativamente a cada uno de los miembros, en un orden arbitrario y fijo.
De Descartes también se conserva una copiosa correspondencia, que en gran parte canalizaba a través de su amigo Mersenne, así como algunos esbozos y opúsculos que dejó inéditos. La edición de referencia de sus obras es la que prepararon Charles Adam y Paul Tannery a fines del siglo XIX e inicios del XX, y a la que los comentaristas usualmente se refieren como AT, por las iniciales de los apellidos de estos investigadores.





 

domingo, 13 de marzo de 2011

representante del relativismo y el subjetivismo

protàgoras:

Según la mayoría de los autores antiguos,[1] Protágoras era originario de la ciudad de Abdera, afirmación sólo discutida por el dramaturgo ateniense Eupolis, quien lo estimaba natural de Teos, en Asia menor.[2] También, con cierto consenso, se indicaba la 84 olimpiada (años 444 a 441 a. C.) como su acmé o época de plenitud,[3] dato a partir del cual, modernamente, se suele fijar la fecha de su nacimiento en torno al año 485 a. C.[4]
Se lo tenía por discípulo de Demócrito,[5] aunque Filóstrato cuenta que también se habría relacionado con magos de Persia en los tiempos de la expedición del rey Jerjes contra Grecia.[6] Se decía que en su juventud había trabajado como cargador,[7] inventando un cojín llamado tyle que facilitaba el transporte de la carga. Según Diógenes Laercio, Demócrito quedó tan impresionado con el ingenio del joven Protágoras manifestó en dicho invento, que decidió adoptarlo como discípulo.[8]
Se contaba a Protágoras entre los creadores del arte retórico,[9] señalándosele como el primero en introducir los razonamientos erísticos.[10]
También se lo tenía por iniciador de la práctica de recibir honorarios a cambio de enseñanzas,[11] siendo estos particularmente elevados.[12] Según Platón, Protágoras habría ganado en su comercio educativo más dinero que todo el reunido por "Fidias y otros diez escultores más."[13] Refiere, también Platón, el criterio usado por el sofista para recibir el pago de honorarios; hace decir a Protágoras: "Cuando [un discípulo] ha aprendido conmigo, si quiere me entrega el dinero que yo estipulo, y si no, se presenta en un templo, y, después de jurar que cree que las enseñanzas valen tanto, allí lo deposita."[14]
Era famosa en la antigüedad una anécdota acerca de un pacto de honorarios entre Protágoras y un discípulo suyo, llamado Evatlo. Habían acordado el pago sólo para el evento de que el aprendiz llegara a ganar un juicio haciendo uso de las adquiridas dotes retóricas. Evatlo, como no ganaba caso alguno, se negaba a pagar. Entonces, Protágoras lo llevó a juicio, diciéndole: "Si yo gano, es preciso que por haber ganado me entregues los honorarios; si tú ganas, por haberse cumplido la condición, también deberías pagarme."[15] A esto se le conoce como paradoja de Protágoras.
Al parecer llevó una vida errante, enseñando durante cuarenta años en las distintas ciudades griegas.[16] Se sabe que visitó Atenas al menos en dos ocasiones,[17] y Platón lo sitúa, ya de avanzada edad, viviendo en Sicilia.[18]
Su relación con los atenienses tuvo dos momentos; uno en que fue bien acogido y mantuvo estrechas relaciones con los círculos de poder de la ciudad, seguido por otro, de repudio y condena.
El primero de los períodos está marcado por su amistad con Pericles, con quien, se conjetura, compartía ideales filosóficos y políticos. Eran famosos los largos debates que solían mantener ambos. En cierta ocasión, según refiere Plutarco, discutieron todo un día a propósito de la muerte del atleta Epitimio de Farsalia; se preguntaban quien había sido culpable de su muerte, si la jabalina que lo hirió, si el que la lanzó o si los organizadores del certamen.[19]
Bajo el alero de Pericles, Protágoras tuvo gran prestigio entre los los atenienses, el cual se vio reflejado en el hecho de que le encargaran la redacción de una constitución para la nueva colonia de Turios,[20] en el año 443 a. C.; texto que estableció, por primera vez, la educación pública y obligatoria.
La filosofía de Protágoras encajaba bien con las ideas del círculo gobernante liderado por Pericles, dentro del cual el agnosticismo del sofista no generaba rechazo; pero una vez muerto Pericles, los nuevos líderes de la ciudad dejaron de lado la actitud tolerante.
Diógenes Laercio afirma que los problemas comenzaron para el sofista cuando leyó, en casa de Eurípides (o de Megaclides), su libro Sobre los dioses,[21] en el cual señalaba desconocer la existencia o inexistencia de seres divinos. A raíz de ello fue acusado de impiedad por Pitidoro, hijo de uno de los Cuatrocientos (Según Aristóteles, el acusador fue Evatlo, discípulo del sofista[22] ). Filostrato señala que no está claro si hubo o no un proceso para llegar a la condena,[23] que algunos dicen que fue el destierro[24] y otros, la muerte.[25] En todo caso, se ordenó que sus obras fueran quemadas.[26] E. Derenne sitúa tales acontecimientos en torno al año 416 a. C., en vísperas de que la flota ateniense marchara en expedición contra Siracusa.
Ya sea para huir de la pena de muerte,[23] o en cumplimiento de la orden de destierro,[27] Protágoras se embarcó rumbo a Sicilia. A mitad del viaje el barco zozobró, a causa de lo cual el sofista murió ahogado.[28] La mayoría de las fuentes señalan que contaba con 90 años,[29] si bien hay algunas que refieren la edad de 70.[30]




obras:



No nos ha llegado ninguna obra completa escrita por Protágoras, pero se conservan valiosos fragmentos en los diálogos de Platón (Protágoras Crátilo,Gorgias y Teeteto) y en textos de otros autores como Aristóteles, Sexto Empírico y Diógenes Laercio. Éste último, en su Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, nos ofrece una enumeración de las obras del sofista:
«Los libros que se conservan de él son los siguientes: El arte de la erística, Sobre la lucha, Sobre las matemáticas, Sobre el Estado, Sobre la ambición, Sobre las virtudes, Sobre el estado de las cosas en el principio, Sobre el Hades, Sobre las malas acciones de los hombres, El discurso preceptivo, La disputa sobre los honorarios, dos libros de Antilogías. Éstos son sus libros.»[31]

La lista no contempla tres títulos conocidos a partir de otras fuentes: Sobre la verdad[32] (llamada también Refutaciones o Sobre los discursos convincentes), Sobre los dioses[33] y Sobre el Ser.[34] Bodrero[35] explica la omisión reparando en la frase "Los libros que se conservan de él son los siguientes" y señalando que lo textos no incluidos en la enumeración ya constituían obras perdidas en tiempos de Diógenes Laercio. Untersteiner, por su parte, conjetura que los títulos nombrados en la lista no serían sino capítulos de las Antilogías. Según Untersteiner,[36] Protágoras habría escrito sólo dos obras: Sobre la verdad y las Antilogías. Esta última, que constaba de dos libros, habría estado dividida en cuatro secciones subdivididas, a su vez, en los títulos señalados por Diógenes Laercio.

viernes, 11 de marzo de 2011

Representante del Criticismo

 Immanuel Kant :Nació el 22 de abril de 1724 en Königsberg (hoy, Kaliningrado, Rusia). Cursó estudios en el Collegium Fredericianum y en la Universidad de Königsberg. En la escuela estudió sobre todo a los clásicos y en la universidad, física y matemáticas. Se vio obligado a dejar sus estudios universitarios y ganarse la vida como tutor privado, en 1755, y con la ayuda de un amigo, reanudó sus estudios y obtuvo su doctorado. Pasó 15 años ejerciendo como profesor en la universidad, y dando conferencias. Aunque estas conferencias y escritos durante este periodo le dieron reputación como filósofo original, no fue catedrático de la universidad hasta 1770, cuando se le designó profesor de lógica y metafísica. Durante más de cuarenta años, se dedicó por entero a la actividad docente, a la investigación filosófica y a la redacción de sus obras, que marcaron un hito muy importante en el desarrollo de la historia de la filosofía. Fue un profesor querido por sus alumnos, a los que sabía estimular en sus deseos de saber y conocer más. Sus enseñanzas religiosas se basaban más en el racionalismo que en la revelación divina, le crearon problemas con el gobierno de Prusia y en 1792 Federico Guillermo II, le prohibió impartir clases o escribir sobre asuntos religiosos. Acató la orden durante cinco años, hasta la muerte del rey, y entonces se sintió liberado de su obligación. En 1798, ya retirado de la docencia universitaria, publicó un epítome donde se contenía una expresión de sus ideas de materia religiosa. La vida de Kant, hombre sedentario y metódico, estuvo marcada por una gran regularidad; fue la suya una existencia rutinaria, libre de acontecimientos especiales, que transcurrió siempre en su ciudad natal, sin viajar nunca a otros lugares o países. Desde muy joven, Kant se autoimpuso un programa diario de actividades que cumplía con tal precisión y método que los habitantes de Königsberg podían poner sus relojes en hora con solo fijarse en sus entradas y salidas. Falleció el 12 de febrero de 1804 en su casa, rodeado de amigos y discípulos. La universidad y toda la ciudad de Königsberg le enterraron con honores propios de un príncipe.


OBRAS:

P (cont.)

R





C

F


H

M

O

P


Representante del pragmatismo

WILLIAM JAMES:
(n. 11 de enero de 1842, en Nueva York, Estados Unidos - 26 de agosto de 1910, en New Hampshire, Estados Unidos) fue un filósofo estadounidense con una larga y brillante carrera en la Universidad Harvard, donde fue profesor de psicología. Fue hermano mayor del famoso escritor Henry James.



Biografía y obra

Representó un influyente papel en la difusión del pragmatismo. Por otra parte, su pensamiento se relaciona con una doctrina que él mismo llamó empirismo radical. Produjo por un lado Principios de psicología (1890), obra monumental de psicología científica, y por otro lado Las variedades de la experiencia religiosa (1902), por la que se le considera como el fundador de la "Psicología de la religión", culminación de una trayectoria vital apasionante. Entusiasta investigador de los procesos subliminales de la conciencia y de los fenómenos paranormales, escandalizó al mundo científico de su tiempo cuando defendió el ejercicio libre de los healers (curanderos o sanadores mentales) y de terapias como la mind-cure.
En 1904 publicó ¿Existe la conciencia? donde pretendía demostrar que el dualismo tradicional entre sujeto y objeto era una barrera para una sólida concepción de la epistemología y había que abandonar la autoconsciencia como una entidad opuesta al mundo material.
En 1907 publica Pragmatismo: un nuevo nombre para algunos antiguos modos de pensar, en donde expresa que el pragmatismo es un método para apaciguar las disputas metafísicas que de otro modo serían interminables. ¿Es el mundo uno o múltiple? ¿Libre o determinado? ¿Material o espiritual? El método pragmático, dice, en tales casos trata de interpretar cada noción, trazando sus respectivas consecuencias prácticas. ¿Qué diferencia de orden práctico supondría para cualquiera que fuera cierta tal noción en vez de su contraria? Si no puede trazarse cualquier diferencia práctica, entonces las alternativas significan prácticamente la misma cosa y toda disputa es vana. James tiene cuidado de definir el pragmatismo como método. Por tanto, su libro no conduce a ningún resultado concreto sino que es un modo de enfrentarse al mundo.
Toda su trayectoria vital se ve marcada por una depresión que sufre en su juventud y de la que sale, literalmente, "obligándome a vivir". Así, centra el resto de su existencia en una dicotomía de la que le es difícil escapar, dado que por un lado, sus intentos de convertir la psicología en una ciencia natural le lleva a un incipiente determinismo, pero su idea del libre albedrío y del voluntarismo de la conciencia, idea ésta rebatida posteriormente por su discípulo Hugo Münsterberg, le hacen al mismo tiempo partícipe de la idea de que cualquier acto de la conciencia transformable en una conducta vitalista, de acuerdo con los principios darwinistas predominantes en la época, es válida en tanto en cuanto conduce hacia la supervivencia.





Representante del escepticismo

PIRRÒN DE ELIS:

(Elis, actual Grecia, h. 360 a.C.-id., h. 270 a.C.) Filósofo griego. Acompañó a Alejandro Magno a la India y, al regresar, fue nombrado por sus conciudadanos gran sacerdote de Elis. Procedente de una familia humilde, se especula con la posibilidad de que adquiriera sus conocimientos merced a sus numerosos viajes de juventud. Pirrón fundó una escuela en la que transmitió sus teorías oralmente, y que fue el origen del llamado pirronismo. Se le atribuyen los diez tópicos o motivos de duda del escepticismo antiguo. Pirrón consideraba que la filosofía debía conducir a la ataraxia, es decir, la impasibilidad, indiferencia o abstención, como ideal ético. El escéptico se muestra extraño a toda verdad dado que es imposible alcanzar una certeza absoluta, y además ésta se basa a menudo en falacias y menos actos de fe.Sus enseñanzas fueron transmitidas por su discipulo Timòn


OBRAS:
El único testimonio escrito de la obra pirrónica es una oda laudatoria dedicada a Alejandro Magno. Por este motivo, el legado de su doctrina filosófica nos ha llegado principalmente a través de su discípulo Timón el Silógrafo. Según su testimonio, Pirrón era tan radical en su postura que negaba que se pudiera llegar a los primeros principios de la deducción aristotélica. (Aunque no era tan radical como Antístenes que renunció a toda clase de filosofía).


Representante del Dogmatismo

TALES DE MILETO:
 (Mileto, actual Turquía, 624 a.C.-?, 548 a.C.) Filosófo y matemático griego. En su juventud viajó a Egipto, donde aprendió geometría de los sacerdotes de Menfis, y astronomía, que posteriormente enseñaría con el nombre de astrosofía. Dirigió en Mileto una escuela de náutica, construyó un canal para desviar las aguas del Halis y dio acertados consejos políticos. Fue maestro de Pitágoras y Anaxímedes, y contemporáneo de Anaximandro.
Fue el primer filósofo griego que intentó dar una explicación física del Universo, que para él era un espacio racional pese a su aparente desorden. Sin embargo, no buscó un Creador en dicha racionalidad, pues para él todo nacía del agua, la cual era el elemento básico del que estaban hechas todas las cosas, pues se constituye en vapor, que es aire, nubes y éter; del agua se forman los cuerpos sólidos al condensarse, y la Tierra flota en ella. Tales se planteó la siguiente cuestión: si una sustancia puede transformarse en otra, como un trozo de mineral azulado lo hace en cobre rojo, ¿cuál es la naturaleza de la sustancia, piedra, cobre, ambas? ¿Cualquier sustancia puede transformarse en otra de forma que finalmente todas las sustancias sean aspectos diversos de una misma materia? Tales consideraba que esta última cuestión sería afirmativa, puesto que de ser así podría introducirse en el Universo un orden básico; quedaba determinar cuál era entonces esa materia o elemento básico
Finalmente pensó que era el agua, pues es la que se encuentra en mayor cantidad, rodea la Tierra, impregna la atmósfera en forma de vapor, corre a través de los continentes y la vida no es posible sin ella. La Tierra, para él, era un disco plano cubierto por la semiesfera celeste flotando en un océano infinito. Esta tesis sobre la existencia de un elemento del cual estaban formadas todas las sustancias cobró gran aceptación entre filósofos posteriores, a pesar de que no todos ellos aceptaron que el agua fuera tal elemento. Lo importante de su tesis es la consideración de que todo ser proviene de un principio originario, sea el agua, sea cualquier otro. El hecho de buscarlo de una forma científica es lo que le hace ser considerado como el "padre de la filosofía".
En geometría, y en base a los conocimientos adquiridos en Egipto, elaboró un conjunto de teoremas generales y de razonamientos deductivos a partir de estos. Todo ello fue recopilado posteriormente por Euclides en su obra Elementos, pero se debe a Tales el mérito de haber introducido en Grecia el interés por los estudios geométricos.
Ninguno de sus escritos ha llegado hasta nuestros días; a pesar de ello, son muy numerosas las aportaciones que a lo largo de la historia, desde Herodoto, Jenófanes o Aristóteles, se le han atribuido.


OBRAS:

Simplicio escribió: Se dice de Tales que no dejó nada escrito, excepto la llamada Astrología Náutica (Simplicio, Fís. 23, 32-33). Si embargo, Diógenes Laercio comenta que Astrología Náutica es una obra de Foco de Samos, pero, que según otros, Tales escribió solo dos obras: Sobre el solsticio y Sobre el equinoccio (D. Laercio, I, 23).[3